Las cervicales están ligeramente curvadas hacia delante formando una lordosis y proporcionando gran flexibilidad y movilidad. El cuello soporta el peso de la cabeza y está contínuamente mandando impulsos nerviosos al cerebro: cada vez que movemos el cuerpo, la cabeza o los ojos también movemos unos grados los segmentos vertebrales cervicales. Esta coordinación fluida de movimiento es interrumpida por malas posturas, como disfunción lumbar o dorsal y pequeños o grandes traumas.
El latigazo cervical es un movimiento rápido del cuello hacia adelante, hacia atrás o lateralmente, que altera los tejidos blandos que soportan el cuello – los ligamentos, músculos, cápsulas vertebrales -. Los síntomas más frecuentes son pinzamientos del sistema nervioso con alteración en el movimiento de las cervicales. Estos pinzamientos se manifiestan como dolor cervical y de hombros, rigidez articular, dolor y alteración mandibular, mareos e inestabilidad, ruido o pitído de oidos, dolores de cabeza intermitentes, pérdida de memoria y concentración, depresión y alteración del sueño.
La alteración de movimiento cervical es una lesión biomecánica que produce posturas compensatorias como inclinación de la cabeza, la rectificación de la curva cervical y la desviación de la columna vertebral.
Los ajustes para poder normalizar la biomecánica espinal cervical son extremadamente eficaces y seguros. El estudio del doctor Anthony Rosner (The Safety of Cervical Manipulation: Putting Stroke Risk in Perspective, 2011) sobre la seguridad de la manipulación cervical concluye que el tratamiento quiropráctico de ajustes específicos cervicales es más seguro que cualquier procedimiento de diagnóstico estándar.
Los ajustes cervicales deben ser muy específicos para poder obtener los mejores resultados. En nuestra clínica realizamos una completa evaluación postural, ortopédica, neurológica y de imágenes radiológicas antes de realizar un tratamiento cervical.
Estás a un paso de mejorar tu salud :)