Los mareos y los vértigos están frecuentemente relacionados con problemas cervicales.
Los movimientos de la cabeza son percibidos por los receptores de la columna vertebral y los del oído interno, que producen una compensación en la posición de los ojos. Esta integración sensorial se denomina integración vestibular (posición cervical con el oído interno y la posición ocular). La integración vestibular es necesaria para que sepamos donde esta nuestro cuerpo en cada momento en relación con el mundo que nos rodea.
Los ojos se encuentran suspendidos por sus músculos en el hueco ocular del cráneo, permitiéndonos fijar la vista cuando movemos la cabeza (cervicales). Si esta coordinación es incorrecta pueden aparecer mareos, inestabilidad, dificultad de fijar bien los ojos y compensaciones posturales de la columna vertebral.
La sensación de mareo suele durar unos segundos, percibimos alteración en el movimiento del cuerpo o del mundo exterior, produciendo sensación de inestabilidad, percepciones visuales incorrectas, y aveces acompañada de náuseas. En cambio, el vértigo es la sensación de rotación o de giros de uno mismo o de las cosas, pero en realidad son los ojos los que se mueven anormalmente.
Lesiones de las cervicales pueden producir alteraciones en la integración vestibular, y por lo tanto sintomas de mareo o vértigo. La alteración de la integración vestibular produce irritación en la percepción del mundo exterior, cambios en la tensión muscular para poder asumir una postura compensada, inestabilidad, incapacidad para fijar la vista y rigidez articular. La reintegración del sistema vestibular requiere un tratamiento que incluye la corrección de las subluxaciones cervicales, junto con los ejercicios adecuados que mejoren la integración entre movimientos ocular y la columna vertebral, especialmente las cervicales.
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